No es imprescindible instalar ningún software para que el ratón sea totalmente operativo, pues en las versiones modernas de Windows funciona directamente sin ningún problema, incluso la rueda de scroll (realmente cómoda).

Sin embargo, si deseamos mayor productividad podemos instalar su software, que añade funciones especiales al botón central del ratón, además de permitir configurar diversas opciones como la orientación o la posición respecto al teclado.

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Podremos asignarle pulsaciones de teclas o que se despliegue un menú. En realidad tenemos 2 menús disponibles: el primero de ellos hará aparecer iconos alrededor del puntero para realizar las operaciónes básicas de las ventanas, o para ir directamente al menú inicio.

El segundo menú, llamado WebWheel, intenta simplificar considerablemente las funciones de navegación por internet, mediante acceso rápido a acciones como recargar la página, detener la carga, volver atrás o abrir los marcadores, leer el correo electrónico o los grupos de noticias, además de contar con direcciones de acceso rápido.

Por último, y digno de mención, es el manual ("en línea", pues por documentación escrita tenemos una escueta tarjeta de referencia para una instalación rápida... y realmente no es necesario más). El manual en línea cuenta hasta el más mínimo detalle los pocos secretos que puede tener un ratón, así como un amplio estudio sobre ergonomía que permitirá que nuestra posición frente al ordenador sea lo más correcta posible.

En definitiva, no podemos sino recomendar este producto. Su precio ronda las 5.000 ptas (unos 26 $), una cantidad que no puede ser considerada en ningún caso excesiva, dada su tecnología y detalles de calidad como el adaptador de USB a PS/2.

Además, su utilización nos proporciona muchas ventajas frente a los tradicionales ratones de bola, al eliminar la necesidad de limpieza, disminuir el peso y funcionar sobre cualquier tipo de superficies. Y al no tener apenas partes móviles, incluso puede resultar más duradero.

Y por la noche su luz roja queda muy bien sobre la mesa, ¿qué más se puede pedir?