Tanto si piensa montar un ordenador desde cero, como si quiere instalar una tarjeta de sonido o un nuevo disco duro, conviene que tenga en cuenta ciertas precauciones y formas de actuar, no sea que por ahorrarse 5.000 pts de mano de obra acabe gastando 20.000 en una nueva placa o micro...
Consejos fundamentales
O, si lo prefiere, los Mandamientos de la Actualización. Si le ocurre alguna desgracia que no esté prevista aquí, ¡me arranco la barba!, como diría el capitán Haddock.
- Trabaje cómodo, con tiempo y espacio suficientes
.
Las prisas e incomodidades son malas consejeras; búsquese una mesa tranquila y amplia y asegúrese de que nadie la va a necesitar en varias horas (recuerde, ¡nunca se sabe!). Tenga todo a mano y no deje las cosas en equilibrios inestables; se caerán, se lo aseguro.
Para que se haga una idea de todo lo que NO debe hacer, observe la foto anexa. Desgraciadamente es un apunte del natural del que soy totalmente culpable, pero compréndalo: 6 horas buscando un falso contacto son muchas horas...
- La electricidad es peligrosa; apáguela
.
No me refiero a que trabaje a oscuras, claro; me refiero a que desconecte todos los cables de alimentación (el de la unidad central, el del monitor, el de la impresora y demás periféricos). En el momento más inopinado puede producirse un cambio de tensión o un cortocircuito y...
- La electricidad estática es aún más peligrosa
.
¿Recuerda la última vez que tuvo un calambrazo al bajar del coche o pisar una moqueta? Pues para un ordenador habría sido como la silla eléctrica. No trabaje sobre moqueta, y descárguese de estática al empezar a trabajar y cada cierto tiempo.
Para ello, o se compra una pulsera especial antiestática o hace lo que todos: toque el suelo, un radiador, una estantería o mesa metálica y la carcasa del ordenador, en este orden más o menos, y rece porque sea suficiente.
- Trabaje con suficiente luz
.
Preferiblemente con luz natural, y tenga a mano un flexo o una linterna para las zonas más recónditas.
- No empiece a trabajar hasta tener todo claro
.
Es más, no compre nada hasta tenerlo clarísimo; se evitará darse cuenta en plena faena de que necesita esto o aquello tan barato pero que no ahora no tiene, o de que le falta espacio o tiene una incompatibilidad, o qué se yo.
- Apunte todo lo que haga y los datos que obtiene
.
Por ejemplo, si va a cambiar un disco duro, apunte cómo y a qué estaba conectado, cómo estaban los jumpers, cuál era su configuración en la BIOS (¡aunque parezca que es la misma que en la pegatina del disco!)... Mejor que sobre información a que falte.
- Sea suave con el material
.
Es mucho más frágil de lo que parece, o al menos debe actuar como si lo fuera. No lo fuerce, no lo golpee y no aplaste ningún condensador (esos cilindros con patitas) cuando introduzca tarjetas de expansión. Además, no haga excesiva presión sobre la placa base, la doblaría y rompería los circuitos (a veces sin ver dónde); si debe apretar más de lo normal, ponga un trozo de poliuretano en la parte de atrás para que apoye en él con suavidad.
- Si no sabe qué está haciendo, no lo haga
.
Sea modesto: infórmese, lea el manual de nuevo, lea estas páginas, busque información en Internet, llame a un amigo o pregunte en la tienda. A la larga ganará tiempo y sobre todo no perderá dinero; si no consigue aclararse, no haga machadas: en la tienda se lo instalarán, y no le cobrarán demasiado.
Resumiendo: crea fervientemente en la Ley de Murphy y actúe en consecuencia. Para los que desconozcan dicha ley, allá van unos cuantos enunciados:
- La tostada siempre caerá por el lado de la mantequilla.
- Si algo puede salir mal, saldrá mal.
- Nada es nunca tan malo como para que no pueda empeorar.
- El desorden de un sistema siempre tiende a aumentar con el tiempo.
El último de estos enunciados es de oscuro y termodinámico origen, aunque tiemblo de pensar lo que diría mi profesor de Termodinámica si me oyera enunciarlo así...