AMD: Athlon y sus 64 bits... que no son lo más importante
El nombre (y el diseño del núcleo) Athlon tiene un altar entre los aficionados (perdón, "creyentes") de AMD. Ha sido
un éxito comercial, técnico y, quizás más importante, de reconocimiento de marca. ¿Alguna vez se ha preguntado
cuánto vale la marca "Pentium"? Pues se queda corto, seguro...
Tras el Athlon XP, rápido y muy eficaz pero no tan diferente de los no-XP, estamos actualmente en la generación K8, la del
Athlon 64, el profetizado "Hammer" (martillo) de 64 bits que aplastaría a Intel. La verdad es que no ha sido
para tanto, pero sí que resulta un refrescante soplo de aire fresco.
Para ser sincero, lo menos importante del Athlon 64 es precisamente su soporte (sus extensiones) de 64 bits: Microsoft
no deja de retrasarse con su Windows XP x64 (a todas luces terminado, pero falto de drivers optimizados, cuestión de importancia capital), Linux se utiliza muy poco (lamentable, pero cierto; o al menos, poco en PCs de escritorio, en servidores es
otro cantar), NADIE necesita más de 4 GB de memoria (bueno, yo no, y usted tampoco), y tampoco mejora tantísimo que digamos el rendimiento respecto a los 32 bits.
Pero el caso es que su rendimiento con 32 bits es excelente, dispone de ese soporte para 64 bits (Intel acaba de añadirlo, pero no está ni mucho menos generalizado), son micros que se calientan muy poco (útil para overclocking o, simplemente, para poder dormir cerca de un PC encendido o usarlo en el salón como silencioso reproductor multimedia, sólo con invertir en una buena refrigeración),
y sobre todo son bastante más baratos que los Intel para un rendimiento igual o superior (excepto en tareas muy concretas como la compresión de vídeo, e incluso ahí todo depende de cuánto hayamos gastado).
El mito de los GHz es cada vez más mito y menos realidad (incluso Intel, presionada por no poder subirlos tan rápido
como antes, abandona la numeración basada en GHz y se pasa a numeraciones "comparativas"), y el caso es que, a igualdad de
precio, en casi cualquier tarea (si considera el precio, incluso en las de vídeo) los AMD son más rápidos que los Intel,
pese a ir a bastantes menos GHz.
Mis recomendaciones para AMD serían las siguientes:
- no adquiera los ya desfasados Athlon XP o Sempron/Duron en formato Socket A ("462"), salvo para tareas puramente ofimáticas y cuando el ahorro lo justifique ampliamente;
- aunque los Athlon 64 en formato Socket 754 no están ni mucho menos descatalogados, va siendo el momento
de pensar sólo en los Socket 939;
- los Athlon FX, aun siendo indiscutiblemente rápidos, rara vez justifican su excesivo coste (son los "Extreme Edition" de AMD);
- existe al menos un modelo Sempron en formato Socket 754 (el "3100+"), especie de "quimera mitológica" XP+64, que puede ser una EXCELENTE opción... aunque dependiendo de su diferencia de precio respecto a los Athlon 64 "puros", claro;
- ojo al tema de los "nombres misteriosos": al igual que en el caso de Intel, y tratándose de AMD con más motivo (sus Athlon llevan mucho tiempo ofreciendo más trabajo con menos MHz), conviene que se informe bien de qué demonios está comprando. Los nombres oficiales le dirán muy poco, aunque son algo más fáciles de seguir que en el caso de Intel.
Sinceramente, no es que yo sea un fanático de la religión de AMD, pero actualmente la mayoría de usuarios estarán más contentos con un Athlon 64 que con un Pentium 4; por lo menos, los usuarios interesados en una buena relación rendimiento-precio. Además, la refrigeración a aplicar es menor, reduciéndose el ruido generado por el equipo: con un disipador de cobre de cierta calidad, basta y sobra con un ventilador de muy baja velocidad.
La que se avecina: ¡micros de doble núcleo!
Mucho ha pasado desde los 4,77 MHz (sí, 4 coma 77 MegaHz) del IBM PC original hasta los casi 3 ó 4 GigaHz de los micros actuales. Pero aunque tanto Intel como AMD han realizado proezas espectaculares para mantener el ritmo de subida de velocidad, van alcanzándose los límites del proceso en silicio; en la misma Intel se habla de un máximo de unos 20 GHz, pero sólo con diseños radicalmente distintos y, sobre todo, aumentando a un ritmo mucho menor y a costa de soluciones técnicas difícilmente abordables por las tremendas inversiones que suponen. Pasar de 130 nanómetros a 90 no ha sido en absoluto barato, y cada vez cuesta más seguir reduciéndolo todo...
Por ello, y para seguir vendiendo como sea (ah, el libre mercado...), ambas empresas van a lanzar este mismo año (Intel lo hará en cualquier momento) sus primeras CPUs con "doble núcleo", que para entendernos es algo así como meter dos microprocesadores en la misma pastilla (técnicamente es una cuestión de tremenda complejidad, para colmo con enfoques y soluciones muy distintas, como grados mayores o menores de interoperabilidad y compartición de recursos entre los núcleos, resolución de conflictos... pero para entendernos basta con lo del "2 en 1").
Publicitariamente, puede ser toda una revolución; para el rendimiento... ya se verá. Aunque en un entorno de servidor, un micro con doble núcleo (o una placa con dos micros) puede suponer un aumento de rendimiento de hasta el 100% (en condiciones ideales, evidentemente), lo cierto es que la mayoría de usuarios no realizan a la vez más de una tarea, y que los programas software deben ser rediseñados para poder aprovechar el doble núcleo.
Para colmo, los micros con doble núcleo tendrán menor velocidad de reloj (menos GHz), complicando aún más la situación. Siempre será útil tener dos núcleos en lugar de uno, o incluso uno "repartible en dos", como hace la tecnología Hyper-Threading de los Intel Pentium 4 modernos, pero esa tecnología nos ha demostrado ya que el éxito depende muchísimo del tipo de software utilizado y del trabajo del programador, con variaciones de rendimiento entre el -1% y el +20% (a menudo un 0% y otras veces más del 10%)... ¡y eso sin reducir la velocidad de reloj, ojo!
En fin, se avecina una situación rara, llena de incertidumbres, aún más difícil de evaluar que la actual. La que nos espera...