ABIT SE6: el chipset i815E contra todos

 

Hace poco más de un mes nos hacíamos eco de la llegada de dos nuevos chipsets, los Intel 815 y 815E, que con su soporte nativo de la memoria PC133 rompían con la reciente y peligrosa adicción de Intel por la memoria Rambus-DRAM, que tantos problemas le ha dado en el último año.

Otra novedad de estos chipsets era que además de una controladora de vídeo integrada, en esta ocasión afortunadamente disponíamos también de la habitual ranura AGP por si deseábamos un mayor rendimiento gráfico.

Por ello, se supone que se trata de chipsets versátiles, destinados a toda clase de público y listos para tomar el relevo del poco exitoso i820; o al menos ése parece el propósito de Intel. ¿Lo han conseguido? Bien, gracias a la ABIT SE6, enfrentada a dos placas con chipset BX y VIA Apollo Pro 133, vamos a intentar responder a esta pregunta...

La siguiente imágen, que hemos tomado prestada de la descripción oficial de la SE6 del sitio web de ABIT, nos describe a la perfección la placa:

Como vemos, el diseño es bastante bueno: 3 ranuras para memoria (hasta 512 MB), una eficaz distribución de los componentes (con los conectores para discos y disquetera sin apreturas y situados bien a la derecha de la placa), y mucho espacio libre alrededor del zócalo del micro para instalar enormes ventiladores (como nos gusta a los chiflados del overclocking). A decir verdad, en nuestra opinión lo ideal habría sido que el conector de alimentación estuviera en la parte superior, pero no se puede tener todo...

...Excepto si ese "todo" son ranuras PCI: nada menos que seis (¡6!) ranuras PCI, más que de sobra para las necesidades de expansión de cualquiera. Por otro lado, no hay ranuras ISA, pero sí una CNR. Eliminar las ISA no es una decisión tan drástica, sin duda están obsoletas (aunque puede que a alguien le resulte un cierto problema, si tiene hardware muy específico); y en cuanto a la CNR (heredera de la poco exitosa AMR), puede servirle para utilizar la controladora de red integrada... si encuentra la tarjeta CNR apropiada, claro.

La nueva placa de ABIT está equipada con la versión i815E del chipset, que se diferencia de la i815 "a secas" en su soporte de 4 puertos USB en lugar de 2, en soportar el interfaz para discos duros ATA/100 en lugar del ATA/66 y en la controladora de red integrada.

De esto, lo menos importante resulta el soporte de ATA/100: aunque ya existen en el mercado discos que dicen ser ATA/100, absolutamente ninguno aprovecha el ancho de banda teórico de 100 MB/s; en realidad, ni siquiera los mejores (y más caros) discos de 7.200 rpm exprimen al máximo el ATA/66. Claro que si planea comprar el mejor disco duro que exista dentro de un par de años, tal vez le llame la atención esta característica...

Los 2 puertos USB adicionales resultan más interesantes: ratones, teclados, escáners, impresoras... últimamente hay de todo en este práctico formato, así que los 2 puertos estándar pueden llenarse fácilmente. Pero atención, necesitará comprar el conector apropiado aparte, desgraciadamente no se incluye con la placa...

...Como tampoco se incluye el cable con termistor que sí venía antes con las placas ABIT, para medir la temperatura de alguna zona concreta del equipo. Probablemente este elemento sólo se echará de menos por los overclockers, ya que sí puede medirse directamente la temperatura del microprocesador (algo bastante más importante), pero es una lástima que ABIT ahorre en este aspecto.

En fin, al menos existe un conector por si alguien desea comprar el termistor aparte, y 3 conectores para ventiladores con control de velocidad, es un consuelo. Y por supuesto, un cable para poder utilizar el segundo puerto serie.

El manual es el habitual de ABIT: sólo en inglés (como ocurre con prácticamente todos los fabricantes de placas base) pero enormemente exhaustivo, casi un libro que describe TODOS los aspectos de la instalación, tanto hardware como software... o casi todos: curiosamente, no hemos encontrado el párrafo sobre cómo conectar el cable para el segundo puerto serie (una operación verdaderamente sencilla), pero si realmente no existe (no nos fiamos mucho de nuestra vista), es una errata sin importancia.