Los competidores: BX y VIA
Como decíamos, este artículo no pretende sólo evaluar si la ABIT SE6 es una buena placa, sino enfrentarla a los chipsets más utilizados de los últimos tiempos, para ver si verdaderamente el i815E supone un avance.
Hemos elegido dos competidores: el superexitoso chipset Intel BX (representado por la excelente ABIT BE6-II) y el VIA Apollo Pro 133 (representado por la ABIT VA6).
El primero es probablemente el mayor éxito de Intel en el mercado de chipsets: de excelente rendimiento y características, sólo tiene el problema de no tener divisor 1/2 para el AGP, de forma que con micros con bus de 133 MHz la tarjeta AGP funciona (o no) overclockeada a 89 MHz, en lugar de los 66 MHz oficiales.
En cuanto al VIA Apollo Pro 133, en su versión 133A es probablemente el chipset más vendido en la actualidad. El 133A sólo se diferencia del 133 en el soporte de AGP 4x en lugar de 2x, lo cual en la práctica diaria resulta totalmente indistinguible.
No se ha elegido ninguna placa con chipset Intel 820 por tres motivos:
- el i820 sólo rinde al máximo con la carísima memoria Rambus-DRAM PC800, que está fuera del alcance de la mayor parte de usuarios;
- incluso Intel reconoce que con memoria SDRAM el rendimiento de las placas i820 es bastante bajo;
- Intel ha retirado (y dejado de fabricar por ahora) placas i820 con memoria SDRAM por problemas de funcionamiento.
Sin duda es una decisión discutible, como todas... pero visto lo anterior creemos que es lo más lógico.
Se ha procurado mantener las mismas condiciones para los 3 chipsets: mismo fabricante de la placa base, mismo hardware (Pentium III 733, 128 MB PC133, TNT2 Ultra a 175/183 MHz) y mismos controladores (excepto los del propio chipset, claro).
En la ABIT SE6 las pruebas se han realizado tanto con la controladora gráfica interna del chipset i815E como con la tarjeta TNT2 Ultra... y como verán, la diferencia es más que notable. Por cierto, para desconectar la controladora interna no hace falta más que conectar la tarjeta gráfica externa a la ranura AGP, no hay que introducirse en la BIOS ni nada parecido.
Rendimiento ofimático y profesional
Primero hemos comparado el rendimiento de los tres chipsets (es decir, de las tres placas base) en aplicaciones típicas de ofimática (procesadores de texto, hojas de cálculo, navegación por Internet...). Para ello, nada mejor que el Winstone 99 Business, con sus más de cien megabytes de pruebas en Microsoft Office, Lotus SmartSuite, Corel WordPerfect y Netscape Navigator:
Como puede verse, gracias al chipset i815E la ABIT SE6 resulta hasta un 6% más rápida que la placa BX, pese a que ésta se trata de una plataforma con overclocking del bus AGP (por tratarse de un micro con bus de 133 MHz). Esto sucede si utilizamos la tarjeta TNT2 Ultra; con la controladora interna el rendimiento baja un 11%, pero pese a esto sólo queda un 3% por debajo de la placa VIA.
Este resultado es francamente excepcional (sinceramente, mejor de lo que nos esperábamos), y demuestra que efectivamente Intel ha realizado algunas mejoras en el diseño del i815E. La controladora integrada ha funcionado suficientemente bien, posiblemente ayudada por el hecho de funcionar con 24 bits de color en lugar de 32 bits como la TNT2 Ultra, una diferencia que en un entorno ofimático no tiene la menor importancia (¿alguien realiza documentos en Word con más de 16.777.216 colores?).
Para completar este apartado, hemos realizado un análisis del ancho de banda de memoria disponible con cada chipset mediante el programa SiSoft Sandra 2000... y la verdad es que no confiamos mucho en los resultados obtenidos:
Parecen demasiado bajos, si se supone que un Celeron 600 en placa BX obtiene 235/263 MB/s... ¿algún problema de esta versión del Sandra, tal vez? En todo caso, y comparando con los ejemplos ofrecidos por el Sandra, parece quedar claro que el i815E es una buena opción para aplicaciones profesionales (que son las que requieren anchos de memoria altos)... siempre que no utilicemos la controladora gráfica integrada, claro.