Probando drivers y programas
Durante la instalación, Windows Whistler reconoció con bastante eficacia nuestro hardware, instalando los correspondientes drivers. Pero luego decidimos probar por nuestra cuenta cómo se comporta al instalar drivers escritos para Windows Me y Windows 2000 (ya que actualmente no hay drivers específicos disponibles para Whistler aparte de los incluidos por Microsoft).
En ambos casos el resultado fue el mismo: Whistler no aceptaba ninguno. Incluso tras instalar el software de Logitech para los ratones (v9.32) se colgó, siendo necesario incluso volver a reinstalar el Whistler porque ni tan siquiera arrancaba.
En cuanto a programas el resultado fue bastante mejor, ya que no presentaron ningún problema programas tan conocidos como Winzip, Microsoft Office 2000 o Winamp. El Adobe Photoshop 5 presentaba problemas al iniciarse pero luego parecía comportarse de manera estable.
No obstante, aplicaciones como 3D Mark 2000 v1.1 no funcionaban. Instalamos el Quake 3 Arena pero al ejecutarlo no funcionó, al igual que el Fifa 2001. Eso sí, el buscaminas funcionaba perfectamente (je, je), y Microsoft asegura que juegos como Commandos: Behind Enemy Lines, Need for Speed III o Tomb Raider 3 funcionan ya correctamente.
¿Conclusiones al respecto? Bien, se nos ocurren dos: primera, que estamos ante una versión que necesita bastante "pulido", que sin duda recibirá, a nivel de aceptar ciertos programas. No hay que preocuparse mucho, en su momento deberíamos poder utilizar sin problemas más del 95% de los programas que funcionan en Windows Me o 2000 (excepto las típicas utilidades de sistema, programas diseñados sin seguir los estándares, algunos programas DOS y juegos concretos... y por supuesto, los antiquísimos juegos para DOS, que ya puede ir tirando). Más programas que en Windows 2000, al menos.
Y segunda que, al igual que con Windows 2000, el soporte de drivers podría dar más de un problema. El hardware nuevo o de marcas importantes tendrá soporte nativo de los drivers incluidos en Windows XP y/o de las correspondientes actualizaciones del fabricante, pero el hardware muy específico o demasiado barato podría ser otra cuestión.
Microsoft se juega mucho en este apartado y lo sabe; veremos cómo reacciona. En todo caso, siempre nos queda el truco de probar a instalar Windows XP sobre un sistema Windows 9x, NT o 2000 en funcionamiento, en lugar de instalarlo desde cero; esto a veces ayuda a que el nuevo Windows "digiera" el driver antiguo... a veces.