Para instalar físicamente un 486, si tiene la suerte de que se trata de un zócalo ZIF (con palanca), el proceso a seguir es el habitual; si se trata de un antiquísimo zócalo PGA (usado hasta con los primeros 486), la extracción e inserción del micro se realizará por pura presión, complicando la operación. Para sacar un micro de un zócalo PGA, haga palanca muy lentamente con uno o varios destornilladores en los laterales del chip, cambiando de lado cada vez que lo levante un poco (¡nunca todo el rato en el mismo lado!). Es complicado y arriesgado, pero se puede hacer.
No olvide situar los jumpers en las posiciones que correspondan según el manual de la placa, para indicar las nuevas características del micro (velocidad de placa, multiplicador, voltaje...), ni instalar un disipador y ventilador para cualquier micro de 100 MHz o más.
En cualquier caso, recuerde que el máximo aumento de rendimiento, que es el que darían un AMD DX4 a 120 ó 133 MHz o un Cyrix 5x86 a 100 ó 120, sólo llegará al de un Pentium a 75 MHz, por lo que si quiere un auténtico salto en el rendimiento cambie toda la placa base.
Anexo 3: actualizar un Pentium
Si usted posee uno de los primeros Pentium, a 60 ó 66 MHz y 5 V, la única solución que le queda es instalar un OverDrive o cambiar la placa entera, lo que salvo que encuentre un OverDrive muy barato es siempre preferible; originalmente el precio del OverDrive que doblaba la velocidad a 120 ó 133 MHz era equivalente al de una placa y micro nuevos.
Si lo que tiene es un Pentium a 75, 90, 100..., necesitará conocer las opciones de actualización de la placa. Es importante que determine:
- cómo se selecciona la velocidad de placa (50, 60 ó 66 MHz);
- cómo se selecciona el multiplicador (x1, x1,5, x2...);
- qué voltajes soporta (simple o doble y su rango admisible).
De esta forma podrá cambiar por ejemplo un Pentium 75 (50x1,5) por un Pentium 133 simplemente seleccionando una velocidad de placa de 66 y un multiplicador x2, además de cambiar el micro... o, si se consigue un buen ventilador y quiere arriesgarse, puede hacer overclocking para poner por ejemplo ese mismo Pentium 75 a 90 MHz (60x1,5), aunque esto puede hacer que el chip se estropee (aparte de calentarse más, de ahí la importancia de la calidad del ventilador).
Tenga en cuenta que los Pentium normales no son intercambiables "tal cual" por los MMX, entre otras cosas por temas de voltaje, así que lea cuidadosamente el manual de su placa antes de intentar instalar uno. También puede colocar un OverDrive, pero salvo que tenga mucha suerte le saldrá demasiado caro, o bien un AMD K5. Los K5 75, 90 y 100 se configuran como Pentium normales (50x1,5, 60x1,5 y 66x1,5), pero los 120, 133 y 166 son más avanzados, por lo que para conseguir un rendimiento equivalente (un PR, índice de rendimiento) a Pentium 120, 133 y 166 necesitan menos MHz, en concreto 90 (60x1,5) para el PR120, 100 (66x1,5) para el PR133 y 116,66 (66x1,75) para el PR166.
Además, los multiplicadores en los AMD K5 son fijos e internos al chip, por lo que sólo hay que seleccionar la velocidad de placa. La única pega de estos chips es su mala unidad de coma flotante, que los invalida para CAD y juegos en 3D (se pueden hacer ambas cosas, pero si va a ser su uso principal no merecen la pena), aunque son perfectos para ofimática. Con los Cyrix 6x86 pasa otro tanto (ver tabla abajo).
Y si quiere un gran aumento en velocidad y poder usar aplicaciones optimizadas para MMX pero su placa no admite el voltaje reducido de estos micros, aún le queda la opción del WinChip (ejem... si lo encuentra, está descatalogado). Este micro es totalmente compatible con el Pentium MMX, pero con el voltaje de un Pentium clásico.
La instalación del chip no varía para nada de la ya explicada, siendo muy sencilla pues el zócalo será casi siempre del tipo ZIF. En general, el mayor problema radica en la configuración del micro, especialmente en los voltajes; aquí presentamos una tabla con las características principales de los chips tipo Pentium y compatibles: