Aquí no hay marcas malas, sino productos inapropiados para ciertas tareas. El mercado PC se reduce a la todopoderosa Intel (ríase usted de Microsoft) y a su competencia, AMD. El resto de empresas (Cyrix, Texas, IDT...) prácticamente han desaparecido o han dejado el negocio.

Los dos micros más potentes y polivalentes son el Pentium III de Intel y el AMD Athlon. Sirven para cualquier tarea, su rendimiento es muy similar (dependiendo de la optimización del programa, del chipset de la placa base, de la velocidad a que funcionen...) y su único defecto es su precio, bastante menor en el caso del Athlon pero a costa de tener placas base algo más caras. Recomendables para todos aquellos con grandes necesidades de potencia: fanáticos del Quake, CAD en 3D...

En el siguiente escalón de rendimiento tenemos al AMD K6-2 (o K6-3D). Se trata de un micro polivalente, excelente para ofimática y bastante eficaz en juegos (gracias a sus instrucciones 3DNow!, y siempre que el juego incorpore soporte para este chip, se juegue bajo las DirectX 6 o superiores o se tengan drivers de vídeo optimizados), pero fundamentalmente su ventaja es su bajísimo precio. En todo caso, se encuentra al final de su vida útil y si puede es mejor comprar un Athlon.

Por último tenemos la opción barata de Intel, el Celeron. El modelo actual (el Mendocino, con 128 KB de caché) no tiene nada que ver con los primeros Celeron, de pésimo recuerdo; es un micro muy bueno, probablemente algo mejor que el K6-2 (sobre todo en juegos no optimizados); además, si lo instalamos en placas con el VIA Apollo Pro 133A y memoria PC133 podremos actualizarlo más tarde por un Pentium III de última generación.

Casi lo más importante a la hora de comprar, pero donde casi nadie pone cuidado. En general, si en los folletos de la tienda aparecen 3 ó 4 placas para un microprocesador determinado, nunca escoja la más barata; le pesará a la larga. Ante todo, que sea ampliable: varios slots de cada (al menos 4 PCI, 1 ISA y 1 AGP), las más ranuras de memoria posibles (al menos 3 DIMM) y con un chipset de calidad.

Atención: chipset de calidad no significa chipset Intel necesariamente. Si se trata de una placa Socket 7 (para AMD K6-2) en la actualidad existen casi exclusivamente con chipsets de VIA o ALI. Si estamos en el terreno Celeron o Pentium III, evite los chipsets Intel 810 y 810E, carecen de AGP y la diferencia de precio casi nunca merece la pena, como no sea para trabajos de ofimática.

El Intel 820 tampoco es recomendable, ya que su rendimiento sólo es elevado cuando se utiliza la carísima memoria Rambus (RDRAM). Lo más razonable es comprar una con el VIA Apollo Pro 133A e instalar memoria PC133, incluso en el caso de los Celeron. Si se trata de un Athlon, el mejor chipset también es un VIA, el KX133, pero un chipset de AMD tampoco estaría mal.

En cuanto a marcas, no están de más: Asus, Iwill, Abit, Gigabyte, Supermicro, AOpen, Soyo, Atrend, Zida... su mayor ventaja, el soporte y la actualización de BIOS por Internet más o menos garantizados. Además, las mejores placas (con controladoras SCSI, para más de 1 micro...) son siempre de marca. Ah, Intel hace placas base, pero tampoco las mejores del mercado (probablemente ésas son las de Asus); recuerdo haber visto a gente pagar más por placas Intel Endeavour que ya estaban superadas en cuanto a chipset y futuras ampliaciones, pero es que eran Intel Inside...

Sobre placas duales (o incluso para 4 micros), aparte de que sólo las encontrará de marca y caras (son poco comunes, la verdad), es algo que sólo recomiendo para servidores super cargados de trabajo; casi siempre merece la pena una buena placa monoprocesador con un buen micro y renovar antes todo. En cualquier caso, para un servidor use siempre Windows NT o Linux; ese engendro llamado Windows 98, ni verlo.

Pues sí, también tiene sus cositas peculiares. Lo primero, su tamaño: actualmente nadie en su sano juicio debería instalar menos de 64 MB, siendo mucho mejor 128 MB o incluso más si se trata de CAD en 3D o diseño gráfico. En cuanto al tipo: ¿SDRAM o RDRAM (Rambus DRAM)? Sin ninguna duda, siempre SDRAM; la Rambus es carísima y su rendimiento es sólo un poco mayor.

Una vez decididos por la SDRAM, elijamos su velocidad: la memoria SDRAM más exigente es la PC133 (SDRAM a 133 MHz), necesaria para montar los modernos micros Pentium III con bus de 133 MHz y los Athlon en placa KX133. Pida de esta velocidad y pague lo que sea (generalmente sólo un poco más); aunque por ahora no la necesite (caso de los Celeron, K6-2, la mayoría de Athlon...) le permitirá actualizarse en el futuro.

Desgraciadamente, las memorias no son ni mucho menos todas compatibles entre ellas, especialmente los módulos de más de 128 MB; existen módulos que van perfectamente en una placa y en otra ni arrancan. Si puede, escoja memoria de marca: Kingston, Samsung, Micron, HP... aunque tampoco lo puede considerar una garantía; lo mejor, comprar en el mismo lugar placa y memoria, asegurándose de que es un sitio de confianza.

Es un componente de una gran importancia, sobre todo para aplicaciones lúdicas y aquellas relacionadas con la imagen; sin embargo, para ofimática, absolutamente cualquier tarjeta actual, por mala que sea, ofrece un rendimiento más que aceptable en entornos gráficos tipo Windows.

En la ofimática lo que se necesitan son buenas velocidades de refresco a resolución media-alta, digamos unos 80 Hz a 1280x1024 píxels, así que a ser posible que la memoria de la tarjeta sea SGRAM o SDRAM y su RAMDAC lo más rápido posible (unos 250 MHz). De todas formas, tarjetas normales para 2D, con unos 8 MB de memoria y por supuesto AGP.

Para juegos y CAD en 3D, la cosa cambia. Necesitaremos tarjetas que incluyan chips específicos para 3D, así como cantidades grandes de memoria de vídeo (un mínimo de 8 MB, pero mucho mejor 16 o incluso 32). Como decíamos, lo más importante para 3D es el chip acelerador en cuestión; si su equipo tiene ranura AGP, lo más recomendable tal vez sea una tarjeta con el chip TNT2 de nVidia, si puede en versión "Ultra" y si no la versión normal, la "Pro" o al menos la "Vanta". Si en cambio sólo tiene ranuras PCI, no lo dude: una Voodoo 3 PCI, a poder ser una 3000.

Los otros chips están todos por detrás, pero un ATI Rage 128 o un Matrox Millennium G400 pueden ser suficiente; si está escaso de fondos, un Savage4 no es ninguna maravilla pero tiene un precio espléndido. Y si por el contrario le sobra el dinero, instale una poderosa GeForce256, a poder ser con memoria DDR.

Si quiere la tarjeta para juegos, las hay con salida de vídeo para jugar en el televisor de casi todas las marcas, de todos los precios y con casi todos los chips: ATI, TNT2, Voodoo, Savage...

No sé usted de leerlo, pero yo no me cansaré de repetirlo: el monitor es la pieza fundamental del ordenador. Juegos, cartas, presentaciones, modelizados... sea lo que sea siempre va a acabar en la pantalla. Si para comprar un monitor mejor debe sacrificar un buen puñado de MHz, bienvenido sea ese sacrificio; sus ojos lo agradecerán, trabajará más cómodo, más rápido y mejor.

Ante todo y para todos: los monitores de 14" han muerto, y los de 15" están moribundos. La diferencia de una sola pulgada es mucho más de lo que se imagina, y dos o tres son un abismo. Ya le digo: menos MHz, menos disco duro, impresora más lenta... lo que quiera, pero el monitor de 15" en adelante, mucho mejor si es de 17".

Otra generalidad: las velocidades de refresco. Son las veces que se dibuja la pantalla en un segundo (como los fotogramas del cine); para ser cómodo, deben superar los 70 Hz. El mínimo absoluto es 60 Hz, y a partir de 80 Hz la pantalla está firme como una roca, sin el más leve parpadeo. Estas resoluciones son no entrelazadas; cuando se entrelaza (técnica horrible y en desuso) la pantalla se dibuja en dos pasadas, primero las líneas impares y luego las pares, por lo que 70 Hz entrelazados equivale a unos 35 sin entrelazar, lo que cansa la vista sobremanera.

Las velocidades de refresco las proporciona la tarjeta gráfica, pero el monitor debe ser capaz de soportarlas o se verá dañado. Lo ideal es que su monitor aguante al menos 75 Hz en la resolución que más vaya a usar para trabajar, y unos 60 Hz en la superior (si existe). Por ejemplo, un 17" debe ofrecer al menos 75 Hz en 1024x768 (resolución recomendada) y 60 Hz en 1280x1024.

Para ofimática e Internet, un 15" podría ser suficiente, ya que permite trabajar a 800x600 puntos cómodamente, y si pone las fuentes de pantalla grandes podrá hacerlo hasta en 1024x768, aunque sólo si el monitor es más o menos bueno. En todo caso, sería mejor uno de 17", así que al menos procure escoger uno con garantía de 2 años o más y que ofrezca más de 80 Hz a 800x600.

Para juegos, tres opciones:

• un 17" básico; la multimedia puede ir en él o aparte, según cuánto quiera escandalizar a los vecinos con los altavoces;
• o bien un 15" de marca y una tarjeta con salida de vídeo para jugar en el televisor. ¿Se imagina Quake a 800x600 en un 29"? Claro que un ordenador en el salón canta mucho...

Modelos de 17" existen decenas, divididos en general en dos gamas: los "básicos" (que no superan los 1280x1024 a 60 Hz y con un dot pitch cercano a 0,28, por lo que deberían usarse a 1024x768) y los "avanzados" (llegan hasta 75 Hz o más a 1280x1024, con dot pitch de 0,25 o inferior). Por ejemplo, LG tiene el 775N, el 775FT y el 795FT+; este último alcanza nada menos que 1600x1200 a 75 Hz, con un precio bastante asequible... pero para el usuario medio, lo importante son los 1024x768.

Para CAD y tratamiento de imágenes, prepare la cartera. El monitor debe ser grande, muy bueno, de marca, con garantía de 3 años o más e, inevitablemente, caro. Sólo hay una opción posible: el tamaño. O el mínimo, 19", o el máximo, 21" (claro que Sony tiene uno de 24" apaisado en el que cabe un A3 a tamaño real, pero vale casi medio millón). Por supuesto, que ofrezca un mínimo de 1600x1200 puntos a 60 Hz; marcas, las clásicas: Sony, Nokia, Panasonic, Mitsubishi y las demás. Si se trata de un presupuesto pequeño, escoja un 17" muy bueno, y suerte.