Como ya sabrán nuestros lectores habituales, aquí en CsH somos de la opinión de que una buena tarjeta gráfica en muchas ocasiones merece más la pena que un par de centenares de MHz o una cantidad considerable de memoria RAM.
Sin embargo, esto no implica que resulte razonable para todos los usuarios gastar las más de 50.000 ptas que cuestan las mejores tarjetas gráficas del momento. Muchas veces será mejor comprar una tarjeta de precio y calidad razonables y actualizarla en un periodo de tiempo corto, lo cual puede resultar sensiblemente más barato.
Con esto en mente, en esta ocasión vamos a probar una tarjeta que hoy en día tal vez no interese más que a unos cuantos de nuestros lectores, los más "profesionales" o mejor dotados económicamente... pero al ritmo al que avanza la informática seguro que pronto esta cantidad de potencia se pondrá al alcance de todos a un precio más asequible.
Descripción general
La tarjeta en cuestión, por supuesto en formato AGP (por cierto, se agradecería una mayor presencia de tarjetas gráficas PCI, que realmente no son mucho más lentas... pero esto es otro tema), se distingue por los disipadores azules que aseguran el correcto funcionamiento de sus nada menos que 64 MB de memoria gráfica.
Sí, ha leído bien: 64 MB, tanta memoria como muchos PCs de gama media-baja o portátiles. ¿Y a santo de qué tal cantidad de memoria? Pues no es fácil de justificar, la verdad. El rendimiento respecto a modelos con 32 MB será muy similar, ya que no es fácil agotar esa cantidad (momento en el cual la transferencia de memoria desde el sistema muestra sus limitaciones, pese al AGP 4x); lógicamente, los programadores no están por la labor de desarrollar juegos que sólo puedan ser utilizados por un puñado de usuarios... ¿o sí?
En cualquier caso, 64 MB es una cantidad de memoria lógica en una tarjeta perteneciente a este segmento "de lujo"; y lo más importante es que se trata de memoria DDR-SDRAM a nada menos que 400 MHz (200 MHz "físicos" x 2). Porque el "talón de Aquiles" de muchas tarjetas gráficas potentes, como las GeForce, es el ancho de banda de memoria, motivo por el cual una TNT2 M64 (con bus de 64 bits) es bastante peor que una TNT2 clásica (con bus de 128 bits) y una GeForce256 con memoria SDRAM es bastante peor que una con memoria DDR.
Por lo demás, la tarjeta es bastante estándar: salida de TV con el conector S-VHS habitual, y el chip gráfico cubierto por el imprescindible ventilador. Poco más podemos destacar de su aspecto físico, como no sea la afición del fabricante (Hercules, la división gráfica de Guillemot) por el color azul eléctrico.
La familia GeForce2
Si lo primero en que pensamos cuando vamos a comprar un PC es en qué microprocesador equipará y a qué velocidad (aunque no deberíamos quedarnos sólo en eso), lo primero a la hora de comprar una tarjeta gráfica es elegir el chip que la gobernará.
Desgraciadamente, cada vez hay menos fabricantes de estos chips gráficos, pero las ofertas dentro de una misma marca pueden ser innumerables. Así, NVIDIA fabrica la actual familia GeForce2 en unas 6 variantes (a ver si ponemos todas bien, no es nada fácil):