Conclusión
En el momento actual, parece que lo más razonable para la inmensa mayoría de usuarios es instalar memoria SDRAM PC133, tanto por su excelente relación calidad/precio como por su probada compatibilidad.
Esta memoria debería ser la opción elegida para cualquier micro que vayamos a instalar, ya que la diferencia de precio con la PC100 es muy escasa y aunque ahora no la aprovechemos al máximo (caso de instalarla en un Celeron, Athlon o un Pentium III con bus de 100MHz), en el futuro nos dará más posibilidades de ampliación.
Teniendo esto en cuenta, si va a instalar un micro Intel los chipsets más recomendables para la placa base serían los VIA Apollo Pro 133/133A, por todas sus modernas capacidades pero principalmente por su soporte de PC133. En el caso de placas para el AMD Athlon K7, el mejor sería el VIA KX133; si no podemos encontrar placas base con este chipset (aún no está muy implantado), por lo menos deberíamos instalar PC133 para poder ampliar en un futuro.
Las placas con chipset 820 no son en absoluto recomendables, por su elevado precio y mal rendimiento con memorias SDRAM. Eso sí, si puede permitirse instalar memoria Rambus de la clase PC800 notará un cierto aumento de rendimiento... pero mejor invierta la diferencia en comprar una tarjeta gráfica mejor, un disco duro más rápido, más memoria o un micro de unos cuantos MHz más.
Por lo respecta al ya clásico chipset BX, tal vez no sea la mejor compra para una placa base nueva... pero su rendimiento con micros de bus de 100 MHz es francamente elevado y puede ser una excelente solución de compromiso hasta que lleguen chipsets más modernos, especialmente en placas preparadas para overclocking. Eso sí, siempre que pueda instale memoria PC133 (o al menos PC100 de marca).
En un futuro cercano, es de esperar que por fin aparezcan chipsets Intel basados en el 820 pero preparados para soportar PC133 (los llamados Intel 815), además de los primeros desarrollos con soporte de memoria DDR-SDRAM (probablemente en chipsets de VIA y AMD), que permitirá transferencias de entre 1,6 y 2,1 GB/s.
E incluso (¿quién sabe?), tal vez la memoria Rambus baje su precio radicalmente y se convierta en una opción viable; rendimiento no le falta, pero nadie es tan tonto como para gastarse 100.000 pesetas extra por ahorrarse un par de segundos de cálculo... ¿o sí?