i810: un chipset demasiado económico (?)
Nos encontramos ante toda una paradoja: el Intel 810 probablemente sea el chipset más innovador de los últimos años, y sin embargo resulta muy poco recomendable para casi todos los públicos. ¿Por qué? Veámoslo.
Con este chipset Intel inaugura su tecnología "Accelerated Hub Architecture" (AHA), que consiste en abrir canales específicos a los dispositivos para comunicarse con la CPU o la memoria, sin tener que pasar por el bus PCI como se hacía hasta ahora.
Pese al gran avance que supuso en su época, el bus PCI se ha quedado corto para algunos usos, como por ejemplo la transmisión de vídeo 3D. Una de las soluciones a este problema ha sido el bus AGP, que funciona de forma independiente del PCI y destinado a un uso específico, la transmisión de vídeo. Generalizando este concepto, Intel nos presenta ahora AHA, con anchos de banda mucho mayores que los 133 MB/s del veterano PCI.
En concreto, nos encontramos con el doble, 266 MB/s, para los dispositivos de entrada/salida (I/O) y con 800 MB/s para el vídeo gracias al "Direct AGP" o AGP integrado (frente a 533 MB/s del AGP 2x). Además, tenemos la posibilidad de utilizar UltraDMA66 para la comunicación con el disco duro, permitiendo 66 MB/s frente a los 33 MB/s de UltraDMA33 (si el disco duro es UltraDMA66, claro).
Todas estas cifras parecen una maravilla; bien, son una maravilla. ¿Dónde está entonces el problema? El problema principal es que el i810 incorpora una controladora de vídeo integrada, algo que sería bueno si no fuera por dos motivos:
- dicha controladora no es ni mucho menos de alta gama, sino que está basada en el chip i752 (heredero del i740), de buen rendimiento 2D pero sólo regular en 3D;
- el esquema no prevé la actualización de la controladora; o lo que es lo mismo, no existe ranura AGP.
Esto son dos limitaciones importantísimas, que hacen a este chipset muy poco recomendable para grandes jugadores o cualquiera preocupado por la imagen, prácticamente limitándolo al sector empresarial o doméstico de gama baja. Además, cualquier tarjeta 3D más o menos buena "mueve" su memoria integrada a más de 2 GB/s, mucho más de los 800 MB/s del i810; eso sí, en 2D ofrece resoluciones de por ejemplo 1.280x1024 con 16,7 millones de colores a 85 Hz, lo que no está mal.
Otro aspecto en el que el i810 es muy peculiar es la memoria. Aunque se trata de un chipset concebido con vistas a su uso con los Celeron, que funcionan con un bus de 66 MHz, la memoria debe ser necesariamente PC100, porque se utiliza también como memoria de vídeo. Esto no es malo, porque la memoria de 66 MHz apenas se encuentra ya, aunque hace casi obligado tener una cantidad mínima de memoria de 64 MB. Otra solución sería utilizar la versión i810-DC100 del chipset, que incluye soporte para 4 MB de "memoria caché de vídeo" integrados en la placa... aunque entonces el supuesto ahorro se ve muy cuestionado, ya que existen tarjetas de vídeo basadas en el i740 por menos de 6.000 pts... y con 8 MB de memoria de vídeo. Sea como sea, lo importante es no quedarnos cortos en cuanto a memoria, como indica el siguiente cuadro (cortesía de Intel):
Y para colmo, las placas base con chipset i810 tienden a economizar en ranuras de expansión: casi ninguna tiene ranuras ISA (lo cual no es muy grave, pero tampoco estaría mal que tuvieran una) y la mayoría sólo tiene 3 ó 4 ranuras PCI (lo que es más problemático). En cuanto a ranuras de memoria, sólo 2 DIMM, aunque afortunadamente soporta hasta 512 MB.
Resumiendo: el i810 parece un chipset con una tecnología muy interesante, que se echa a perder por un excesivo afán de economizar, como demuestra el hecho de que existan versiones sin memoria caché de vídeo e incluso sin soporte de UltraDMA66. Pero no hay que preocuparse, dentro de poco llegará su hermano mayor...