Overclocking: apurando más... o no!!
Para los no iniciados, el overclocking es una técnica consistente en subir la velocidad de reloj por encima de la nominal del micro. Esta práctica puede realizarse a propósito o bien haber sido víctima de un engaño, aunque esto último es bastante raro; en cualquier caso, entraña ciertos riesgos para el micro overclockeado. Sin embargo, mucha gente prefiere afrontar esos riesgos (por otra parte evitables si se utiliza un ventilador adecuado y de calidad para refrigerar el micro) para conseguir un micro más rápido a un coste muy bajo.
En el caso que nos ocupa, Intel ha fabricado un micro muy interesante para realizar overclocking, ya que simplemente subiendo la velocidad nominal del bus de 66 MHz a 75, conseguiríamos convertir un Celeron a 366 MHz en un Celeron a 412,5 MHz, consiguiendo un rendimiento superior al del Pentium II a 400 MHz por poco más de la tercera parte del precio de éste, lo que resulta sin duda tentador.
Consciente de esto, Intel ha prometido que dentro de poco será imposible hacer overclocking con sus micros (simpáticos los chicos, ¿no?). En realidad, desde hace algún tiempo los Celeron y algunos Pentium II tienen ya fijos los multiplicadores del chip, de tal forma que un Celeron Mendocino a 333 MHz (5x66) sólo admite un multiplicador de 5x, lo que hace que para overclockearlo (con perdón) sólo se pueda jugar con la velocidad del bus, por ejemplo poniéndolo a 75 MHz (5x75=375 MHz)... si la placa nos deja, ya que algunas sólo permiten los buses oficiales, 66 y 100 MHz (una adivinanza: ¿cree usted que las placas marca Intel entran en este grupo?).
La diferencia es que los nuevos Mendocino a 366 y 400 MHz se supone que van a incluir, además de un multiplicador fijo (5,5x y 6x respectivamente), un circuito que impida que el chip funcione con un bus superior a los 66 MHz oficiales. Personalmente me parece una muy mala jugada por parte de Intel, pero están en su derecho...
De cualquier forma, aún no se ha visto micros con ese limitador del bus, por lo que si se dan prisa en comprarlos aún podrán overclockearlos, en cuyo caso recomendaría coger el más barato, el de 366 MHz, y ponerlo a 5,5x75=412,5 MHz, lo que no debería dar excesivos problemas. El paso siguiente (5,5x83=458 MHz) puede resultar demasiado arriesgado para el micro y la tarjeta de vídeo (que también sufre el overclocking, para bien y para mal), aparte de que la memoria debería ser necesariamente PC100 (lo que por otra parte es lo más recomendable incluso si no se hace overclocking).
Y si se cumple la nefasta promesa de Intel, pues todavía nos queda la posibilidad de coger un Mendocino a 300 ó 333 MHz (que por ahora sólo se conocen con limitador de multiplicador a 4,5x y 5x respectivamente, pero no de bus) y ponerlos con un bus de 75, 83 ó incluso de 100 MHz. No hay duda de que el micro sufre, a veces necesita un poco de voltaje extra y ni así todos son capaces de conseguirlo, pero un Celeron Mendocino de 300 MHz corriendo a 450 MHz (el máximo que es posible alcanzar sin con seguridad destrozar el chip) es una compra inmejorable en calidad/precio... aunque el micro se calienta tanto que conviene tener un ventilador muy bueno, y mejor si viene con alarma de temperatura.
Precios, conclusiones...
Para terminar, vamos allá con las consideraciones económicas. Lo primero, destacar que Intel no quiere que los nuevos Celeron parezcan tan buenos como son. ¿Y por qué? Hombre, porque entonces se les acabó el chollo de vender micros como el Pentium II a 450 MHz a la friolera de 467$ (unas 67.000 pts o 400 euros), y eso en cantidades mínimas de 1.000 unidades.
En realidad, Intel no tiene el más mínimo interés en fabricar micros de grandes prestaciones a bajo precio como son los Mendocino; el problema está en que tampoco quiere perder cuota de mercado a favor de AMD, y por ello está dispuesta a lo que sea. Lo curioso es que la marca Celeron se ganó a pulso una muy mala fama en el mundillo informático cuando no tenían ninguna caché L2, lo que vienen arrastrando sus hermanos los Celeron Mendocino pese a su buen rendimiento.
Pero recuerde que aunque en las tiendas de informática el Celeron estará muy barato, afortunadamente eso no tiene nada que ver con su rendimiento, así que aproveche para comprar más memoria RAM, poner una tarjeta de vídeo mejor o comprar ese monitor de marca que tanto le ilusiona.
En concreto, Intel vende los Celeron Mendocino de 366 MHz a 131$ la versión para Slot1 y sólo 123$ la versión Socket370, mientras que los modelos de 400 MHz se venden a 166$ y 158$, según el tipo de conector. Como ya dijimos, los modelos Socket370 son más baratos, aunque la placa base se ve limitada seriamente en sus capacidades de expansión.
Este tema es uno de los más complicados: la elección de la placa base. A grandes rasgos, existen dos tipos de compras posibles:
- Una placa Socket370, lo que será la opción más económica y permitirá ampliar a los futuros micros Celeron, que sólo vendrán en este formato.
Sin embargo, la mayoría vendrán con los chipsets LX o ZX, de buen rendimiento pero que no soportan velocidades de bus de 100 MHz (el ZX puede que sí, pero no en la actualidad), por lo que si los futuros Celeron cambian a esta velocidad de bus nos veremos atascados en una velocidad máxima de 400 MHz, aunque es una velocidad suficiente como para unos cuantos años. Lo ideal sería una placa Socket 370 con chipset BX como la Abit BM6, que viene comentada entre los Temas Relacionados en el margen.
- Una placa Slot1 con chipset BX y a ser posible con velocidades de bus por encima de 100 MHz (sobre todo 112 y 133 MHz) para poder actualizarnos en el futuro, no ya a Pentium II (que sería una ganancia escasa incluso eligiendo el modelo a 450 MHz), sino al Katmai, recientemente rebautizado como Pentium III.
Y de cualquier forma, salvo que elijamos una placa Socket370 sin posibilidad de alcanzar un bus de 100 MHz, la memoria PC100 (SDRAM de 100 MHz) resulta una compra imprescindible, especialmente ahora que cuesta prácticamente lo mismo que la SDRAM de 66 MHz.
En cuanto a los AMD K6-2, la respuesta es tristemente obvia: salvo que bajen drásticamente los precios, resulta más rentable comprar un Celeron que un K6-2. Es cierto que el K6-2 puede ser algo mejor que el Celeron Mendocino en algunas condiciones (a 333 MHz o menos en aplicaciones de oficina o con juegos optimizados para 3DNow!), pero en líneas generales está acabando su vida útil, lo que no es de extrañar estando a punto de salir el K6-3 y a pocos meses de la entrada (probablemente rompedora) del K7.
Lo que está fuera de toda duda es que muy poca gente requirirá comprar un Pentium II, e incluso los que lo necesiten deberían esperar a que salga el Pentium III o al menos al AMD K6-3, ambos más rápidos que todo lo que hay actualmente en el mercado. Lo dicho, ¡el Pentium II ha muerto... viva el Celeron!