¿UltraDMA66 con un chipset BX?
Para los que no hayan leído el informe sobre la actualidad de los discos duros, el UltraDMA66 es un nuevo modo de transferencia entre el disco duro y el ordenador. Hasta la fecha, el modo más potente disponible era el UltraDMA33, que permitía alcanzar una tasa de transferencia teórica máxima de 33 MB/s.
Esta cantidad ha sido más que suficiente durante bastante tiempo; sin embargo, los nuevos discos duros, especialmente los modelos a 7.200 rpm, tienen "puntas" de transferencia cercanas a 30 MB/s (momentáneas, la velocidad media difícilmente supera 10-15 MB/s), siendo necesario evolucionar el IDE un paso más. Eso hace el UltraDMA66: permite hasta 66 MB/s de transferencia (otra cosa distinta es que el disco duro sea capaz de aprovecharse de ello...).
Como decíamos en el informe comentado arriba, para utilizar esta tecnología tenemos varios requisitos:
- Que el disco duro sea UltraDMA/66, por supuesto.
- Que el cable sea de 40 pines con 80 conductores en vez de 40 pines con 40 conductores.
- Que el sistema operativo tenga soporte para DMA.
- Que la controladora IDE soporte UltraDMA/66.
La BE6 y la BP6 resuelven a la perfección los tres últimos requisitos. Actualmente, las controladoras de disco duro vienen integradas en el chipset de la placa base; sin embargo, el chipset BX no soporta más que UltraDMA33, pese a ser el más avanzado hasta la fecha (con perdón del nuevo Apollo Pro 133 de VIA, más moderno pero por ahora con poca aceptación, y del chipset de gama media-baja de Intel i810 -muy poco recomendable-). Por tanto, necesitaríamos una tarjeta de expansión con un chip controlador IDE... o bien un chip controlador IDE integrado en la placa base, que es la solución que ha adoptado ABIT.
Ese pequeño chip de la fotografía, el HPT366 de HighPoint Technology, es el culpable de que una placa BX cometa la maravillosa herejía de soportar UltraDMA66. Y como gracias a este chip tenemos dos nuevos canales IDE, además de los dos que proporciona el chipset BX (que por supuesto no han sido eliminados), el total asciende hasta 4 canales IDE, es decir, hasta 8 dispositivos.
Al ser una nueva tecnología integrada en un chip no estándar, necesitaremos instalar un controlador para nuestro sistema operativo. ABIT incluye un disquete con los controladores necesarios para Windows 95, 98 y NT; el proceso de instalación está tan detalladamente descrito en el manual (explicaciones independientes para Windows 95, 98 y NT, con 32 imágenes de la pantalla para ilustrar los pasos a realizar), que a primera vista puede parecer largo o complicado; nada más lejos de la realidad. Puede llegar a hacerse en menos de 1 minuto, y la única dificultad consiste en saber leer las exhaustivas instrucciones... eso sí, en inglés.
Por último, ABIT se encarga también del requisito del cable: ambas placas base incluyen un cable especial de 80 conductores, necesario para aprovechar UltraDMA66. Este cable es muy peculiar, con colores distintos en los conectores (negro, gris, azul) según dónde deba enchufarse cada uno (disco maestro, disco esclavo, placa base); y recuerde que los zócalos para este cable son de color blanco en vez de negro. ¡Realmente, estas placas están llenas de color!
Las BIOS de las placas incluyen un par de modificaciones mínimas que permiten arrancar desde el primer canal UltraDMA66 (el conector IDE3); de no ser así, el sistema arrancaría desde el primer canal IDE normal (IDE1), que es sólo UltraDMA33. Durante las pruebas hemos conectado hasta 7 dispositivos al sistema: un disco UltraDMA66, dos UltraDMA33, otro PIO4, dos CD-ROMs y una grabadora de CD-ROM; aparte de la enorme maraña de cables y la necesidad de usar una caja supertorre para almacenar tanto cacharro, no hubo ningún problema; eso sí, asegúrese de tener una fuente de alimentación lo suficientemente potente...
Para qué sirven dos Celeron (¡dos!!)
Bien, tenemos la primera placa base dual para Celeron; ¿y ahora, qué? ¿Para qué sirve eso? ¿Si ponemos dos Celeron de 400 MHz, conseguimos 800 MHz? No, ojalá. Tener dos micros en un ordenador puede aumentar bastante la potencia de proceso, si bien nunca llegaremos a doblar la velocidad efectiva del sistema, entre otras cosas porque el resto de dispositivos (disco duro, memoria, tarjeta de vídeo...) no se duplican.
Lo que sí podremos conseguir es:
- Distribuir la carga de trabajo entre los diversos micros, lo que es muy útil en el caso de realizar multitarea (tener más de un programa funcionando a la vez). El ejemplo típico sería un servidor.
- Aumentar la potencia en ciertas aplicaciones que necesiten mucha potencia de cálculo, como puedan ser los programas de CAD. Éste sería el caso de las estaciones de trabajo multiprocesador.
Por tanto, podemos utilizar la BP6 para montar un servidor, de gama baja pero con un precio excepcional, o bien para montar una estación de trabajo multiprocesador bastante útil con un precio aún más increíble. Basta con mirar la siguiente tabla de precios:
Por otra parte, necesitaremos un sistema operativo que nos permita aprovechar los dos micros a la vez. Si utilizamos Windows 95 ó 98, uno de los micros estará muy descansado, ya que esos sistemas operativos no soportan más de un micro. Para aprovecharnos de esta tecnología necesitaremos sistemas operativos "serios" como Windows NT o Linux. Si le gusta lo fácil, elija NT... y pague el precio (nunca mejor dicho); si quiere eficacia gratis, consiga Linux... y un buen manual para aprender a manejarlo.